PRÁCTICAS MEDIOAMBIENTALES
Toda organización, grande o pequeña, como consecuencia de su actividad, origina un impacto ambiental. Es por ello que debemos ser conscientes de que el equilibrio del planeta está en peligro y que, en alguna medida, es causado por nuestra actividad, por lo que debemos contribuir, a través de prácticas adecuadas, a una reducción de nuestra huella y a una mejora del entorno natural.
Con la aplicación de «Buenas Prácticas Ambientales”, pretendemos alcanzar como objetivo, la mejora del medio natural, el fomento de una actividad más respetuosa con los ecosistemas y la aplicación del principio de responsabilidad compartida en la conservación de la naturaleza.
Esta “Declaración de Buenas Prácticas Ambientales” constituye un elemento fundamental para mejorar nuestra actividad en relación con la naturaleza. Con la ayuda de todos y cada uno de nosotros será posible cuidar el entorno, pues el respeto ambiental es la suma de pequeños gestos. Ya lo decían los indios: “La tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.
DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES
Reducción del consumo de agua y de la cantidad y carga contaminante de los vertidos de aguas residuales.
- Barrer o aspirar el suelo antes de fregarlo, para disminuir la carga contaminante de esta agua residual, así como la cantidad de veces que debe llenarse el cubo de agua. Al fregar, adecuar la cantidad de agua empleada en la limpieza de alojamientos e instalaciones
- En caso de limpiar los utensilios de cocina a mano, poner el tapón mientras se friega y, si es necesario, dejarlos a remojo.
- En caso de limpiar los utensilios de cocina con lavavajillas, no aclarar la vajilla antes de introducirla en el mismo y poner el lavavajillas en marcha una vez esté completamente lleno.
- Utilizar la lavadora y lavavajillas con carga completa; además de reducir el consumo de agua y detergentes, se reduce el consumo energético.
- Racionalizar los cambios de ropa pero manteniendo el nivel de calidad del alojamiento, cambiando las toallas a petición del cliente, Además de ahorrar agua, se reduce el consumo energético, el gasto en detergentes y la reducción de vertidos de aguas residuales.
- Para detectar las pérdidas de agua:
- Se realizan inspecciones completas de las instalaciones de fontanería para detectar fugas, que además de repercutir en el desperdicio de agua potable, pueden ocasionar humedades y malos olores, afectar a la estructura del edificio, etc.
- Se realizar controles periódicos de los puntos de consumo de agua para detectar posibles pérdidas debidas a goteos de las cisternas y al mal estado de las gomas de los grifos de los lavabos y duchas.
- Se solicita colaboración al personal y a los clientes para que notifiquen cualquier fuga o avería que detecten.
- Se realizar lecturas periódicas de los contadores de agua
- Antes de comprar un lavavajillas y/o lavadoras, se solicita información sobre el consumo de agua de las diferentes marcas y modelos. Se compran electrodomesticos con programas económicos y que se ajusten a las necesidades de los alojamientos, de este modo se consigue un mayor rendimiento con menor consumo de agua y productos de limpieza.
- Se utilizan lavadoras con programas de ahorro para la limpieza de la ropa tanto para el lavado de la ropa como para los alojamientos. A la hora de hacer la compra de estos equipos, tSe tiene en cuenta que algunos dispositivos de ahorro únicamente atienden a criterios de bajo consumo de energía, pero no de agua.
- Para la disminución del consumo de agua se Instalan los equipos que se enumeran a continuación
- Difusores en los grifos de los lavabos, duchas y cocina.
- Grifos mono-mando en lavabos y duchas de las habitaciones y en la cocina.
- Grifos termostáticos en las duchas.
- Se Introducen limitadores de llenado en la cisterna del sanitario o, si es posible, se baja la boya de la cisterna del sanitario.
- Instalación en sanitarios de sistemas de doble botón, para descargas completas o de media carga, informando al huésped adecuadamente, para su correcto uso.
Reducción consumo energético
- Cocinar en recipientes y ollas adecuadas al tamaño del fogón y taparlos mientras se cocina.
- Mantener bien cerradas las puertas de los hornos y reducir los tiempos de precalentamiento de éstos.
- Si la cocina es de placa eléctrica, apagarla 10 minutos antes de acabar la cocción para aprovechar el calor residual.
- Limpiar frecuentemente los hornos, fuegos y placas para evitar que las grasas no impidan la transmisión de calor.
- No introducir alimentos calientes en las cámaras frigoríficas.
- Limpiar las juntas de las puertas de las neveras y cámaras frigoríficas para asegurar que cierran herméticamente, no abrirlas innecesariamente y asegurarse del correcto cerramiento de las mismas tras su uso.
- Limpiar con agua fría o a baja temperatura, pues el mayor consumo energético se produce en el calentamiento del agua; para ello, es necesario mantener el termostato del lavavajillas y la lavadora a temperaturas no muy elevadas, excepto cuando la ropa esté muy sucia; además de ahorrar energía, se alarga la vida útil de la ropa.
- Realizar revisiones periódicas de los termostatos en los equipos individuales y de los equipos de refrigeración y aire acondicionado (incluida la limpieza de sus filtros), para evitar excesos en el consumo de energía.
- Utilizar bombillas de bajo consumo, no apagar los tubos fluorescentes en zonas donde vayan a encenderse en menos de 5 horas (el mayor consumo energético se produce en el encendido), mantener limpias las bombillas y tubos fluorescentes (el polvo resta mucha efectividad a la iluminación) y no utilizar apliques opacos en las lámparas (éstos minimizan la efectividad de la iluminación artificial al necesitar un mayor consumo de energía eléctrica).
- Aislar térmicamente los edificios, principalmente las ventanas y conducciones de climatización, así como las zonas frías de las zonas calientes de las cocinas, para evitar pérdidas de calor y de frío. (solo cuando se hacen reformas)
Reducción consumo materias primas y minimización de su impacto en el medio ambiente.
- Imprimimos a dos caras y siempre que es posible, enviamos informes y documentación por correo electrónico en lugar de hacerlo a través de folios, para reducir el consumo de papel.
- No utilizamos ambientadores en el interior de los sanitarios ni purificadores en las cisternas, ya que sus componentes suelen ser contaminantes y no repercuten en una mejora de la higiene.
- Limitamos la desinfectar con lejía únicamente cuando es necesario, para evitar la formación de compuestos halogenados.
- Utilizamos papel higiénico blanco frente al papel higiénico de colores.
- Utilizamos productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente, utilizando dosificadores para no exceder la dosis que el fabricante indica en el propio envase: una dosis superior a la recomendada por el fabricante no aporta mayor limpieza sino que implica un consumo inútil de detergente, así como un mayor consumo de agua a la hora de aclarar, una mayor carga contaminante del agua residual y un gasto económico innecesario asociado a productos de limpieza.
- En los sanitarios, No utilizamos productos para la limpieza desatascadores ni corrosivos.
Reducción, reutilización y reciclaje de residuos
- Conectamos los equipos a la red eléctrica,siempre que sea posible, para minimizar la generación de pilas usadas.
- Reutilizamos toallas y sábanas viejas como trapos de limpieza y evitamos, en la medida que sea posible, el empleo de servilletas o rollos de papel en lugar de trapos.
Minimización de ruidos, olores y emisiones atmosféricas
- Realizamos una inspección periódica visual (como mínimo una vez al mes), para detectar manchas de humedad, así como olfativa, para detectar malos olores antes que los detecte el huésped.
- Revisamos periódicamente los extractores de humos de la cocina, así como sistemas de calefacción y aire acondicionado.
- Realizamos las tareas de mantenimiento en temporadas baja o en los momentos de menor ocupación para evitar ruidos molestos a los huéspedes.